Canarias nunca había tenido tantos reclusos en sus centros penitenciarios. En los dos últimos años, la cifra de presos ha aumentado un 19,13% hasta alcanzar los 3.749 internos que hay en la actualidad, según los datos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Son 602 presos más de los que se contaban a mediados de 2010. La explicación a este aumento del número de reclusos hay que buscarla en la apertura del centro penitenciario Las Palmas II, en Juan Grande, Gran Canaria, lo que ha permitido el acercamiento de muchos isleños que cumplían condenas en cárceles de la Península. Se da la circunstancias de que hoy, lunes, Instituciones Penitenciarias celebra el día de la Virgen de Las Mercedes, patrona de los presos.
Además, el incremento de la actividad del Centro de Inserción Social (CIS) Mercedes Pinto, en Santa Cruz de Tenerife, ha hecho que los reclusos que cumplen la última parte de su condena lo hagan en esta instalación, según han señalado fuentes sindicales de los funcionarios de prisiones.
Bernardo Fernández, portavoz de CSI-CSIC en la provincia tinerfeña, afirma que «a pesar de que el número de internos se ha incrementado en las cárceles canarias, ninguno de los centros que existen en el Archipiélago está saturado, como ocurría antes de la apertura de la prisión de Juan Grande». De hecho afirma que, en la prisión de Tenerife II, «la cifra de presos alcanza poco más de un millar y, cabe recordar que esta prisión llegó a albergar a algo más de 1.500 internos».
Extranjeros
A pesar de que las cifras hablan de un incremento de la población reclusa en las Islas, hay que señalar que el número de convictos de origen extranjero ha caído de un 30% a un 22% del total desde 2010. Esto se explica por la reforma del Código Penal que facilitó las expulsiones inmediatas de los ciudadanos extranjeros no comunitarios y sin permiso de residencia que cumplían condena.
El cambio del artículo 89 facilitó que se conmutaran las penas privativas de libertad de hasta seis años por la repatriación urgente. La reforma también posibilita la expulsión exprés de aquellos reclusos extranjeros e indocumentados que ya disfrutan del tercer grado o han cumplido las tres cuartas partes de su condena.
Así, se desprende que de los presos extranjeros que había en 2010 en todo el territorio nacional eran 27.178. Dos años después, su número ha disminuido hasta los 23.563.
Entre 1990 y 2010, la población reclusa en España nunca dejó de aumentar, tanto que la cifra de presos que había en 1990 se duplicó en 2007 y para 2010 se sumaron otros diez mil internos. Así, al inicio de la década de los 90, había 33.035 reclusos y veinte años más tarde, en 2010, eran 76.108. Es a partir de esta fecha cuando se produce un punto de inflexión y el número de presos comenzó a descender. En 2011, las cárceles españolas albergaban 72.564 presos y a comienzos de este año, la cifra volvió a bajar hasta los 70.500 reclusos. Es decir, que la población reclusa se ha reducido en los dos últimos años en 5.608 presos, de los que más de la mitad, 3.615, son extranjeros.
El número de presos españoles que se encuentran cumpliendo condenas fuera de España son 2.443, de los que 60 de ellos son canarios, según los últimos datos del Ministerio del Exterior.
La mayoría de los condenados en el exterior han sido juzgados y penados por delitos relacionados con el tráfico de drogas.
En los últimos cuatro años, el número de detenidos en otros países ha crecido en un total de 637 personas, un 33% más.
La Comunidad Autónoma de Canarias es la sexta en cuanto a número de presos en el extranjero y la mayor parte de ellos se encuentra en prisiones de países de Latinoamérica. Andalucía, con 304, Madrid (244), Cataluña (239), Comunidad Valenciana (119) y Galicia (63) son las que más reclusos tienen en el extranjero.
Derecho Penitenciario
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